David Méndez, quien hace seis años decidió probar suerte en el país, aborda su búsqueda por mejores oportunidades. Según él, en Chile hay “una buena infraestructura para apoyar el emprendimiento”.
Cómo es emprender en Chile desde la experiencia de un venezolano David Méndez, quien hace seis años decidió probar suerte en el país, aborda su búsqueda por mejores oportunidades. Según él, en Chile hay “una buena infraestructura para apoyar el emprendimiento”.
Dejó a su familia hace seis años y llegó a San Pedro de Atacama desde una golpeada Venezuela con apenas $500 mil en sus bolsillos. Tras juntar dinero trabajando como chofer de una empresa de turismo en el norte, trajo a su familia y decidió alejarse de la “rudeza del desierto” y radicarse en Santiago. Luego de estudiar Comercio Exterior en Chile, comenzó un emprendimiento llamado FactorEx Broker, el cual mantiene a flote, en parte, gracias al dinero que recibe como conductor de Uber.
La empresa consiste en una plataforma de comercio exterior que busca conectar a los exportadores con servicios financieros internacionales que brindan factoring de exportación. “El cliente toma la oferta que mejor se ajuste a sus necesidades, entonces así tienen financiamiento sin necesidad de endeudarse con la banca”, explicó el incipiente empresario. Esta fue la idea que en noviembre de 2015 Méndez presentó, por segunda vez, para postular a un capital semilla de Corfo, el cual ganó, logrando un beneficio de $25 millones para desarrollar su proyecto.
¿Se puede emprender en Chile siendo extranjero?
El oriundo de Caracas afirmó que “Chile tiene una buena infraestructura para apoyar el emprendimiento”, pero advirtió que una vez que la ayuda se acaba, hay que ser muy “persistente” y tener una “terquedad insólita”, y así poder cumplir el llamado “sueño chileno
“Corfo tiene un esquema de trabajo bastante organizada y controlado. Eso te permite destinar ciertos porcentajes del financiamiento hacia ciertas áreas del negocio. Empezamos a trabajar con el desarrollo de la plataforma y darle a las campañas de marketing, con el fin de que sepan que existimos. Todavía nos falta mucho, pero fue bastante efectivo”, aseguró.
Además, el técnico en Comercio Exterior comentó que “me han brindado muchas herramientas, muchos contactos, un mentor espectacular, entonces le he sacado bastante partido. Yo creo que cualquiera, tanto venezolano como chileno, que tenga ese bichito de hacerlas por él, debe saber que hay herramientas que se pueden usar como el Corfo”.
Agregó que “más allá del financiamiento, lo bueno fue la red de contactos y la experiencia brutal en conocimiento”.
El desafío
Sin embargo, explicó que el verdadero desafío para emprender en Chile es cruzar el denominado “valle de la muerte”.
“Cuando se te acaba el financiamiento o cuando los ingresos todavía no cubren los costos, entonces tu tienes que ver como subsistes a eso, y es donde la mayoría se cae. Por lo que hay que tener mucha persistencia y seguir con una terquedad insólita, porque se puede lograr. Eso ya no depende de Chile, eso depende del proyecto, del emprendimiento y de quiénes estén detrás de eso”. Es por esto que para seguir financiando su proyecto, el emprendedor encontró apoyo en Uber. “Cuando en noviembre (2016) se me acabó el apoyo económico me vi obligado a ver que estoy a propio pulmón. Con Uber es tener dos trabajos, y es fuerte, es cansador”.
Pero Méndez dijo ser “obstinado” y cree haber encontrado una necesidad que él puede cubrir, y así, en poco tiempo, poder sustentarse sólo con su empresa. “El factoring internacional en Chile es muy difícil, uno que otro banco lo hace y es un trámite, casi que parece un crédito, entonces yo tengo una ventaja competitiva versus a eso. Espero que mi granito de arena algún día tenga realmente cierto impacto”.
Pese a que destaca que en Chile hay una buena estructura para emprender, concluye que “el que quiere besar, busca la boca”, enfatizando que el mayor mérito depende de cada uno.